Un reciente reporte revela que el costoso programa de vigilancia telefónica a nivel nacional de la Agencia Nacional de Seguridad fue mayormente ineficiente.
De acuerdo con la investigación llevada a cabo por la Junta de Supervisión de Privacidad y Libertades Civiles (PCLOB), el programa de la NSA provocó una investigación importante entre los años 2015 y 2019. Esto generó dos nuevas líneas de investigación, y según el New York Times, 13 altos mandos del FBI ya estaban al tanto de ello.
El PCLOB es un grupo autónomo conformado por individuos designados por el presidente y confirmados por el Senado estadounidense. Establecido en virtud de la Ley de la Comisión 9/11 de 2007, la función principal de esta junta es garantizar que las iniciativas del gobierno federal para prevenir el terrorismo se desarrollen de manera equilibrada considerando la importancia de proteger la privacidad y las libertades civiles.
Las conclusiones fueron presentadas al Congreso el martes, de acuerdo con el Times, antes de una reunión del Comité Judicial de la Cámara el miércoles. Esto forma parte de la discusión actual sobre la posible extensión de la Ley de Libertad de EE.UU. de 2015, que está programada para vencer en marzo.
Esa acción perturbó el plan de vigilancia expuesto en 2013 por el informante Edward Snowden, reduciendo la cantidad de información que podía ser recolectada y trasladando la responsabilidad de recopilación de datos del gobierno federal a las empresas de telecomunicaciones.
Hace casi un año, la NSA decidió suspender el programa y sugirió su finalización debido a que era considerado ineficaz y costoso. La información más reciente parece confirmar esta evaluación.
A pesar de que el informe de PCLOB no detalló la investigación en solitario, mencionó brevemente las dos pistas del FBI. Según el Times, el primer informe señaló que el FBI investigó a una persona, pero concluyó que no era necesario tomar más medidas. El segundo informe reveló datos relevantes sobre un número de teléfono previamente conocido por las autoridades estadounidenses, lo que resultó en la apertura de una investigación de inteligencia extranjera.
El informe también mencionó dos eventos de terrorismo: el tiroteo en el club Pulse en Orlando en junio de 2016 y el ataque con machete en noviembre de 2016 en el campus de Ohio State, donde el programa NSA proporcionó información. No se sabe si estos incidentes están conectados con la información especial que el FBI obtuvo.
Hemos contactado a PCLOB para obtener más detalles sobre el informe, como por ejemplo si tienen planeado hacerlo público.
Mientras tanto, se ha creado un escenario para un nuevo enfrentamiento entre los agentes de inteligencia y la administración de Trump. A pesar de que la NSA sugiere abandonar el programa, la Casa Blanca está presionando al Congreso para que lo amplíe y así pueda volver a ser implementado más adelante.
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