Con el avance del coronavirus y los esfuerzos de los gobiernos a nivel mundial por contenerlo, era previsible que la protección de la privacidad de los datos se convirtiera en un tema relevante en algún momento.
Esto es lo que sucedió en Australia recientemente. Según informes de ABC, las autoridades están empleando tecnología de seguimiento telefónico para rastrear los desplazamientos de una pareja china que viajó de Guangzhou a Adelaide en enero, sin saber que estaban infectados con el virus.
La policía australiana informó a ABC que la medida fue tomada por preocupación por la seguridad pública. Es posible que los dos turistas no tuvieran un conocimiento completo de las áreas que visitaron, por lo que la policía utilizó excepciones en las leyes de privacidad de las telecomunicaciones de Australia para verificar la ubicación de sus teléfonos.
Según los informes de los medios, la pareja china ha cooperado con las autoridades a pesar de no compartir el mismo idioma, por lo que no parece que hayan sido forzados a entregar su información o algo por el estilo.
Una compañía de bienes raíces a la que la pareja acudió para participar en una subasta de una casa se encontró con que la empresa y su personal quedaron bloqueados en el cierre al intentar contactar a otros participantes de la subasta.
Es importante destacar que las autoridades no siguieron los pasos de la pareja con la misma precisión que lo haría Google Maps. Cuando se utiliza un teléfono celular, este envía señales a una torre celular, y las empresas de telefonía móvil pueden conservar esa información para fines de análisis de redes, entre otros. Esto convierte al teléfono en un dispositivo de seguimiento de ubicación, independientemente de si se tiene conocimiento de ello, y desactivar los servicios de ubicación no soluciona este problema.
Es comprensible que pueda resultar alarmante, sin embargo, identificar la ubicación a través de señales de torres celulares no siempre revela datos adicionales sobre las personas involucradas. Si bien esto puede generar un mapa de desplazamientos, no proporciona acceso a otra información almacenada en los teléfonos en sí. A lo largo de los años, las autoridades estadounidenses han empleado esta técnica para resolver delitos, pero en 2018, una decisión del Tribunal Supremo estableció que la policía requiere una orden judicial para acceder a dicha información.
La justificación de utilizar los datos de ubicación en situaciones donde una enfermedad peligrosa se está propagando es comprensible, ya que evitaría que las personas salgan a pesar de sus deseos. Aunque no siempre será así en el futuro, resulta interesante considerarlo sin parecer alarmante.
Temas de interés incluyen la seguridad en línea, el bienestar, la protección de datos y la pandemia de COVID-19.